SHG 2º Bachillerato B-C Literatura Universal Carpe Diem
CRÍTICA A ROMEO Y JULIETA
Shakespeare mostró una especial predilección por temas melodramáticos de raíz popular. Creó grandes individualidades y su visión era la del humanismo.
Escribió Romeo y Julieta hacia 1595, en su estructura destacamos que la obra avanza como sobre un eje, desde la distancia que al principio separa a los protagonistas, pasando por su súbito encuentro, enamoramiento y boda, hasta la también muy rápida separación definitiva y su reencuentro en la muerte. Este desarrollo lineal, que funciona a base de alternancias contrastadas, casi regulares, entre lugares y temas, parece pautado «desde fuera» por las tres apariciones del Príncipe. Ellas proveen de un marco público, «objetivo», a la historia íntima de la pasión amorosa de los protagonistas.
Se pueden observar contrastes como El odio, y el amor «verdadero» contrastado con diversas clases de amores «falsos», dualidades enfrentadas: pasión frente a razón, jóvenes frente a mayores y la intimidad de la noche frente a la violencia pública del día.
El amor de Romeo y Julieta está enmarcado en un ambiente hostil, y éste resulta un factor determinante de ese amor y de la propia acción de la obra. La imposibilidad de ser correspondido que caracterizaba al amor cortés se ha sustituido aquí por la grave dificultad que entraña la relación entre dos amantes que pertenecen a familias enfrentadas por un odio irracional.
El amor que nace en las raíces de un odio tan profundo y aparentemente injustificado, termina por acorralar un amor, que en una salida aparentemente exitosa, acaba encontrando absurdamente la muerte.
El maestro Shakespeare lo es sobre todo por haber sabido conjugar y fundir estos juegos de contrarios que, incluso en la actualidad, tantas preocupaciones nos procuran.
ResponderEliminar